Insomnio, náuseas e incluso convulsiones. Son algunos de los síntomas que jóvenes canadienses aseguran haber sufrido después de beber alguna bebida energética. Una encuesta realizada por la Universidad de Waterloo a más de 2.000 jóvenes de entre 12 y 24 años revela que los riesgos de estas bebidas para la salud son mayores de lo que pensábamos. Más de la mitad de los encuestados que dijeron haber probado alguna vez una bebida energética, experimentó algún efecto negativo en la salud.

«Ya teníamos estudios que advertían de los peligros del consumo de estas bebidas para la salud cardiovascular, pero esta encuesta confirma nuestras sospechas sobre los efectos que tienen en la salud», señala Paola Beltrán, vocal de la sección de riesgo vascular y rehabilitación cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

Para Beltrán, una de las claves del riesgo de estas bebidas está en los ingredientes que contienen. «Suelen ser una combinación de muchos elementos, pero lo fundamental es que, además de una gran dosis de cafeína, estas bebidas también están cargadas de azúcar y de otros estimulantes.»

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